Los primeros que pusieron de moda el negro en la vestimenta fueron, los Blues Brothers, una pareja de actores que utilizaba como herramienta de trabajo el humor y la música negra.
Los Blues Brothers utilizaban el socorrido recurso del contrapunto humortístico. Dan Aykroyd era el tipo alto y rígido, de cara circunspecta y escasos gestos, parco en palabras que sólo hablaba cuando debía sentar cátedra; John Belushi en cambio era rechoncho y parlanchín, un torbellino de muecas, sonidos guturales y ademanes excéntricos, muchos de ellos geniales y desternillantes, que otorgaban un toque de improvisación y chispa al espectáculo.
Al parecer en su vida privada eran igual de diferentes. Dicen las malas lenguas que Aykroyd era tan soso en su intimidad como en sus números e interpretaciones, mientras Belushi llegó a confundir realidad y ficción y trasladó todos sus desmanes y excesos actorales al camerino, convirtiendo cada noche en una orgía lisérgica y sexual, un carrusel de juergas que acabó trágicamente pagando a la edad de 33 años.
Por diversión, por emoción, por riesgo, el ciclo vital de Belushi fue más interesante que el de Aykroyd, y no por el dato luctuoso de vive rápido y muere joven, sino por los continuos repuntes de su carrera profesional: alternó enormes triunfos televisivos, como el Saturday Night Live, y cinematográficos, como aquellas comedias disparatadas de universitarios locos, con sonados fracasos, como cuando se introdujo en el terreno del drama.
Y es que Belushi era una gran actor cómico. Sirva como ejemplo la inigualable imitación que le brindó a Joe Cocker en su cara, un catálogo de muecas y gestos mongólicos acompañado de un chorro de voz soulera que dejó al cantante británico sin aliento.
Como en España vamos un poco a rebufo en todo, el nombre y la figura de John Belushi ha quedado muy olvidada, y aquí es más conocido su hermano James, un actor de segunda fila aficionado a empalagosas películas para todos los públicos. Aunque en el fondo se sepa que James era para los Belushi lo que Tony Scott para Ridley Scott: el hermano tonto de la familia.
Este es un disco de Blues y de Rock&Roll disgno de No despreciar, da cabo a rabo.
Los Blues Brothers utilizaban el socorrido recurso del contrapunto humortístico. Dan Aykroyd era el tipo alto y rígido, de cara circunspecta y escasos gestos, parco en palabras que sólo hablaba cuando debía sentar cátedra; John Belushi en cambio era rechoncho y parlanchín, un torbellino de muecas, sonidos guturales y ademanes excéntricos, muchos de ellos geniales y desternillantes, que otorgaban un toque de improvisación y chispa al espectáculo.
Al parecer en su vida privada eran igual de diferentes. Dicen las malas lenguas que Aykroyd era tan soso en su intimidad como en sus números e interpretaciones, mientras Belushi llegó a confundir realidad y ficción y trasladó todos sus desmanes y excesos actorales al camerino, convirtiendo cada noche en una orgía lisérgica y sexual, un carrusel de juergas que acabó trágicamente pagando a la edad de 33 años.
Por diversión, por emoción, por riesgo, el ciclo vital de Belushi fue más interesante que el de Aykroyd, y no por el dato luctuoso de vive rápido y muere joven, sino por los continuos repuntes de su carrera profesional: alternó enormes triunfos televisivos, como el Saturday Night Live, y cinematográficos, como aquellas comedias disparatadas de universitarios locos, con sonados fracasos, como cuando se introdujo en el terreno del drama.
Y es que Belushi era una gran actor cómico. Sirva como ejemplo la inigualable imitación que le brindó a Joe Cocker en su cara, un catálogo de muecas y gestos mongólicos acompañado de un chorro de voz soulera que dejó al cantante británico sin aliento.
Como en España vamos un poco a rebufo en todo, el nombre y la figura de John Belushi ha quedado muy olvidada, y aquí es más conocido su hermano James, un actor de segunda fila aficionado a empalagosas películas para todos los públicos. Aunque en el fondo se sepa que James era para los Belushi lo que Tony Scott para Ridley Scott: el hermano tonto de la familia.
Este es un disco de Blues y de Rock&Roll disgno de No despreciar, da cabo a rabo.
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2 comentarios:
Los conozco muy bien pero agradezco el disco que no tenían nada de ellos.
"Estamos a casi 200km de Chicago, tenemos el depósito lleno, medio paquete de cigarrillos, es de noche y llevamos gafas de sol..."
"Tira"
Fantásticos :)
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